Parece algo totalmente fuera de normal, pero es la realidad. En un área de descanso de la N-120, a la altura de Aguiar (Ourense), un hombre encontró huesos humanos.
Este estaba descansando de su viaje y se acerco hasta la orilla del río Miño, que estaba al lado del área de descanso, cuando de repente observo algo flotando en el mar. Al darse cuenta de lo que era llamó a la Guardia Civil alertando del hallazgo.
Al llegar al lugar, bajaron hasta la orilla, donde constataron que los restos eran óseos y podían pertenecer a un ser humano. No había cráneo ni huesos grandes, sino restos más pequeños.
Posteriormente, se acordono la zona y se llamó al centro de antropología forense de Verín para continuar con las investigaciones pertinentes.
Se desconoce a quien pueden pertenecer los restos
Por el momento, se desconoce si los restos pertenecen a un hombre, una mujer, una persona joven o una persona mayor.
Además, no se sabe cuánto tiempo han estado sumergidos en el agua, si bien puede ser de varios años, dado el estado de deterioro en el que se encuentran.
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