El afectado, que sufrió graves heridas en el cuello, declara que fue apuñalado tras una discusión porque la sustancia era “de mala calidad”
OURENSE, 13 (EUROPA PRESS)
La Audiencia Provincial de Ourense ha acogido este martes un juicio por homicidio en grado de tentativa y contra la salud pública contra un varón acusado de clavarle un cuchillo en el cuello a otro por una disputa en una venta de drogas. El presunto autor de los hechos ha negado que se dedicase a esta actividad ilícita y ha alegado que intentó “engañarlos” al venderles “ceniza” en vez de hachís, momento en el que sus ‘clientes’ se “abalanzaron” sobre él.
Los hechos se remontan a la tarde del 23 de marzo de 2021, cuando un grupo de amigos, que realizaba un viaje desde Vigo con dirección a Madrid, decidió parar en Ourense para consumir sustancias estupefacientes.
Llegados a la ciudad de As Burgas y queriendo adquirir hachís, buscaron un contacto que se lo pudiese facilitar. Según recoge el escrito fiscal, y según la víctima y varios testigos han corroborado en la vista oral, contactaron por whatsapp con el acusado, quien les envió la ubicación de su domicilio y supuestamente el precio por 10 gramos.
Una vez que dos de los ocho amigos llegaron al portal del edificio donde reside el acusado, este les pidió 70 euros, una cifra que a los compradores les pareció “caro” puesto que, según han defendido, “en Madrid costaría solo 50 euros” por lo que no llegaron a un acuerdo.
Según recoge el escrito el Ministerio Público, en un momento dado el acusado se “encaró” con uno de los compradores, intentando el amigo cogerlo por el hombro para apartarlo, momento en el que el procesado, “con intención de provocar la muerte”, procedió a clavarle un cuchillo de sierra que portaba. Tras la agresión, los dos ‘clientes’ salieron corriendo y fueron auxiliados en un taller mecánico cercano.
“YO NO VENDO”
En la vista oral, el presunto autor de los hechos ha defendido que lo que sucedió fue que su “situación económica en el momento era precaria” y que en ningún momento se disponía a venderles droga –“porque yo no vendo”, ha afirmado–, sino que su intención fue “engañarlos” para hacerse con el dinero. Por eso, introdujo “cenizas en una cajetilla de tabaco” y la víctima y su amigo “se enfadaron” al ver el contenido de la misma.
“Se abalanzaron sobre mí hubo, un forcejeo y él llevaba una navaja, me caí sobre él y se produjo el corte”, ha manifestado el acusado, quien ha reconocido que era consumidor en la época y que no auxilió a la víctima porque se quedó “quieto y asombrado”. “Me subí a casa”, ha añadido.
En el registro del domicilio, se encontró una balanza de precisión que, tal y como ha manifestado, pertenecía a su novia “porque le gustaba hacer pasteles”.
VERSIÓN DE LA VÍCTIMA
La versión de la víctima contrasta con la ofrecida por el acusado. En su relato, lograron hacerse con el número del acusado al encontrarse con un joven consumiendo en la calle al que le preguntaron quién podría facilitarle el hachís.
A partir de ahí, ha relatado que la conversación se produjo por Whatsapp. Accedieron a comprar diez gramos, por lo que se desplazaron hasta la ubicación donde intentaron rebajar el precio. “Discutimos, se alzó la voz, yo lo empujé y él me apuñaló”, ha resumido el afectado.
De este modo, ha defendido que él no llevaba ni navaja ni cuchillo, y que tanto él como su amigo vieron el contenido de la cajetilla y se trataba de “hachís, pero de mala calidad”. En cuanto a la agresión, recuerda tras sentir el impacto que se cayó de rodillas, que se levantó y que “chorreaba sangre”.
HERIDAS Y SECUELAS
Como consecuencia de los hechosm la víctima sufrió una herida cervical con sección laríngea por arma blanca, por la que precisó una traqueotomía de urgencia, así como la reconstrucción del esqueleto laríngeo.
Además, según el Ministerio Público, le quedaron secuelas como un trastorno neurótico del estrés postraumático y un perjuicio estético “importante” con “una cicatriz de grandes dimensiones que recorre el cuello desde el lado izquierdo al derecho”.
“Estuve a tratamiento psicológico, pero ya no”, ha reconocido la víctima, quien también ha lamentado que la gente “en vez de mirarle a los ojos le mira la cicatriz”. A veces también siente “frustración”, porque no puede levantar la voz.
OTRAS DECLARACIONES
El compañero con el que acudió al portal también ha declarado durante el juicio, señalando que la agresión se produjo “muy rápido”. Tanto es así, que primero pensó que su amigo “se cayó por un puñetazo”, pero luego se dio cuenta que “lo había apuñalado”, por lo que ha relatado que lo “sujetó” y sacó del portal en busca de ayuda.
Esa ayuda se produjo en un taller mecánico cercano por el que ha declarado un trabajador, que ha manifestado que la víctima entró “pidiendo ayuda, sangrando por el cuello”, por lo que le pusieron “una camiseta para parar la herida” y llamaron a emergencias.
Por su parte, un agente de la Policía Judicial ha indicado que la víctima fue estabilizada dentro de la ambulancia y “la propia médica dijo que estaba extremadamente grave”. Una vez en el hospital, la sanitaria le trasladó que “las heridas habían afectado a las vías aéreas y estaba en coma inducido”.
El juicio continuará este miércoles con las declaraciones de más peritos. Por el momento, el Ministerio Fiscal solicita dos años de prisión por el delito contra la salud pública y siete por el de homicidio en grado de tentativa, así como que el acusado indemnice a la víctima con casi 40.000 euros por los daños y las secuelas.
Por su parte, la acusación particular solicita ocho años por intento de homicidio, dos por delito contra la salud pública, y casi 60.000 por daños y secuelas.
- Te recomendamos -
