Los empleados de supermercado han alzado la voz para señalar las conductas de los clientes que resultan particularmente molestas y que, muchas veces, se realizan sin intención. Entre las situaciones destacadas se encuentran:
- La indecisión sobre si el pedido es para entrega a domicilio o no, lo que genera retrasos y complicaciones a la hora de empacar las compras.
- La consulta por productos que se encuentran visiblemente al alcance del cliente, lo que sugiere falta de atención.
- Las compras de último minuto, especialmente cuando están cerca de la hora de cierre, creando presión adicional sobre el personal que desea finalizar su jornada.
Estos comentarios han ganado atención en redes sociales, dividiendo opiniones entre los usuarios. Mientras algunos critican estas quejas provenientes del personal, otros, como Alba García, defienden la necesidad de mostrar empatía hacia los trabajadores, recordando que, antes que nada, son seres humanos merecedores de respeto y comprensión.
Es esencial, como consumidores, practicar la empatía y consideración hacia quienes nos atienden, reconociendo el esfuerzo que realizan diariamente.
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